A quien me ciñe de poder, y quien hace perfecto mi camino… y me hace estar firme sobre mis alturas. Al Señor, mi Roca y Dios de mi salvación, que ha levantado mi vida del polvo, mostrando en mi que las ruinas pueden ser levantadas; a él sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
A mi esposa Mayra Elizabeth, gracias por ayudarme a reedificar mi vida, y a mis hijos Jonathan, Raquel y Daniel; gracias por darme la motivación para vivir, sin Uds. hubiera sido imposible seguir adelante.
A los miembros de la Iglesia Centro Cristiano de Fe, quienes creyendo en mi liderazgo, me han apoyado y me han sostenido con sus oraciones, Gracias.
Y los tuyos edificarán las ruinas antiguas;
los cimientos de generación y generación levantarás,
y serás llamado reparador de portillos,
restaurador de calzadas para habitar.
(Isaías 58:12)